Destino Wernigerode
Día de salida: 10 de Septiembre del 2012
Hora de salida: 00:40 h
Hora de llegada: 22:00 h
No, no es una broma. El viaje más largo de mi vida. Pero no os preocupéis, porque llevo aquí dos semanas y os puedo asegurar que una vez hayáis llegado merecerá la pena :)
Como ya os comenté en la anterior entrada, cogí junto con otra compañera un autobús con salida en Elche cuyo trayecto duró 6 h aproximadamente, ya que hace varias paradas. Las otras dos chicas alicantinas nos esperaban en Madrid.
Al llegar al aeropuerto de Barajas, cogimos otro autobús que nos acercó a la Terminal 1 desde donde partía nuestro vuelo. Tuvimos tiempo de sobra para desayunar y esperar a las otras dos compañeras, que finalmente fueron tres, porque coincidimos con otra Erasmus madrileña que también venía a Wernigerode. El trayecto duró algo menos de 3 h al llegar antes de la hora prevista.
Una vez aterrizamos en Berlín, comenzó nuestra verdadera aventura. Cuando preguntamos por los trenes a Wernigerode... ¡nadie sabía de la existencia del pueblo! Imaginaros nuestras caras. ¿Qué tipo de Erasmus se puede hacer en un sitio que nadie conoce?
Finalmente, cogimos un tren que nos acercó a la estación principal de Berlín. Al llegar, nos informamos por el precio de los billetes, y fue una completa suerte ser un grupo de 5 chicas, porque aquí en Alemania existen unos billetes especiales válidos para grupos de 5 personas que salen mucho más económicos. Preguntad por ellos en la estación.
De nuevo, otras muchas horas de viaje cargadísimas de maletas. En total hicimos tres transbordos. Maletas arriba, maletas abajo. Los brazos y la espalda destrozados. Muchas horas de sueño acumulados. Pero tras el largo viaje, finalmente lo escuchamos. Nächste haltestelle: Wernigerode.
En la puerta de la estación nos esperaba un taxi mandado por la encargada de la residencia. En este pueblo casi nadie habla inglés, por lo que es muy recomendable llegar con unas nociones básicas de alemán, por lo menos para poder comunicarte con los transportistas y los vendedores del supermercado. Por suerte, no tuvimos ningún problema para indicarle nuestro destino, porque había sido un día muy duro y solo queríamos llegar a la residencia para poder descansar. "Nach Am Finkenborn 5, bitte".